La Cristiandad perseguida en tiempos romanos sirve como espectáculo tontorrón para Cecil B. De Mille, ese director que decíase glosador de la palabra de Dios, mientras se deleitaba con la escenificación del pecado, la disipación y sus potenciales erótico-cinematográficas.
El argumento de "El Signo de la Cruz" es poco más que una historia de amor prestada de "Quo Vadis?", insertada entre calculadas ilustraciones del derroche romano, que hoy nos devuelven la imagen de la llamada Hollywood decadence de los primeros años treinta.
Así, esta película anunciada como religiosa recibía con toda ironía la condena de la Legión Católica por la Decencia y el montaje final de la película se haría primera víctima del Código Hays.
"El Signo de La Cruz" se encuentra entre las obras más fascinantes e inadulteradas de Cecil B. De Mille, llena de imágenes memorables por audaces y un reparto maravilloso, del que despunta Claudette Colbert como la láctea, malvada e hipersexy Poppea.
Año: 1932
País de origen: Estados Unidos
Director: Cecil B. De Mille
Reparto: Fredric March, Elissa Landi, Claudette Colbert, Charles Laughton, Ian Keith, Vivian Tobin, Harry Beresford, Ferdinand Gottschalk, Arthur Hohl, Joyzelle, Tommy Conlon, Nat Pendleton
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